viernes, 4 de mayo de 2012

La milanesa napolitana es porteña


Origen de este plato popular que nada tiene que ver con Nápoles y mucho con Buenos Aires.
La milanesa napolitana es porteña
Foto gentileza Piano15
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A pesar de que el nombre lleva al engaño, la milanesa napolitana fue producto de un accidente culinario. Parece ser que en las inmediaciones del Luna Park, allá por la década del 50 (no hay acuerdo con la fecha), había un restaurante llamado “El Napoli”. Un cliente habitual llegaba, invariablemente, cuando estaba por cerrar y pedía una milanesa. Cuando los mozos lo veían llegar, ordenaban la cuenta sin consultarle.

Un día un cocinero inexperto quemó la milanesa, la última que quedaba, y, para salir del apuro, el dueño la camufló con tomate, jamón, queso y orégano. Luego se la presentó al cliente diciéndole que era una nueva creación de la casa llamada “milanesa napolitana”.

José (ese era el nombre del dueño) tomó el nombre del lugar (algunos dicen que Nápoli era su apellido, otros sostienen que era La Grotta). Lo cierto es que el cliente la comió con tanto agrado, que el hombre la incorporó en la carta. Ese fue el comienzo de un pilar de la cocina porteña.

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